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EL MIRADOR
Por Kisky Hiyozo
El fin de semana que acaba de concluir se dio una verdadera cumbre en Chetumal. Se unieron los verdaderos titanes de la política en Quintana Roo, ni más ni menos que los ex gobernadores Mario Villanueva Madrid y Félix González Canto, en la casa del primero, debido al prisión domiciliaria de la que es sujeto.
Y por supuesto que esta magna reunión no tiene desperdicio ante la opinión pública, ni tampoco tiene mayores lecturas, y menos en las vísperas del proceso electoral que está por iniciar (en enero).
Para darnos una idea de la magnitud de esta cumbre, estamos hablando del que para muchos (muchísimos) ha sido el mejor gobernador en la historia de Quintana Roo y el que más adeptos tiene, Mario Villanueva, y del también ex mandatario que ha sido -y es- el que mejor ha entendido y ha sabido manejar el ajedrez político en el estado: Félix González Canto.
Uno, maestro en el convencimiento, en el manejo de masas y de profundo “quintanarroismo”; el otro, excelso en el andamiaje político, en el estar sin aparecer, en el tejido fino que al final se impone.
De ahí la magnitud de esta reunión, posiblemente pactada y organizada por quien ha laborado para los dos ex gobernadores: Niza Puerto.
Ambos se han hecho presentes a su manera en últimas fechas. Uno en su nivel de crítica política que lo ha caracterizado, y el otro asomándose de nueva cuenta en entrevistas y eventos, pero sin duda, los dos apretando tuercas e izando velas para lo que se aproxima.
Viejos lobos que sobresalen con enormes letras en la historia de Quintana Roo, y que si unen fuerzas, si esta reunión tiene como meta el conjuntarse para la próxima elección a la gubernatura, hay muchos que auguran que no habrá quien los detenga… “¡Ni Morena, ni Carlitos, ni tres pejes unidos podrán hacerle sombra a esta mancuerna en Quintana Roo!”, sostienen.
…Y estamos de acuerdo.