CANCÚN, UN JOVEN ACHACOSO// LAS DIANETAS, Por Dianela Puerto

 

LAS DIANETAS

Por Dianela Puerto

 

Enfermo, quizá no grave ni para terapia intensiva, pero lo cierto es que Cancún arriba a su 51 aniversario con fuertes achaques. Los fundadores de esta gran ciudad quisiéramos gritar, bailar y felicitar al cumpleañero, pero la verdad es que no hay nada qué celebrar.

Todavía hace pocos años, los pioneros de Cancún nos preparábamos con tiempo para recibir este día -20 de abril- y marchar por las calles de esta bella ciudad, muy orondos, orgullosos de vivir aquí, en la conmemoración del destino turístico más bello.

Hoy ya no se puede y ni siquiera dan ganas. Cierto es que la pandemia detuvo las celebraciones desde el año pasado, cuando cumplió 50 años, pero cuando uno se asoma y ve los índices de inseguridad, de violencia, observa el número de negocios cerrados, producto del cobro por derecho de piso, más bien entra la depresión.

¿Qué vamos a festejar, que Cancún es hoy rehén de la delincuencia?

Ya no cabe tanta basura debajo del tapete. Ya no se puede esconder tanta porquería. Lo que hoy ocurre en Cancún ya es sabido a nivel internacional y lo cierto es que ni el gobierno del cambio ni el de la transformación han sabido cumplir. Al menos en Cancún no se ve cambio alguno y menos una transformación para bien, porque para mal, es más que evidente.

A veces pareciera que Cancún llegó a su etapa de adulto mayor de manera súbita, de pronto, de ser una ciudad joven, al poco tiempo acusa achaques de lugar antiguo: Con tráfico en sus calles, con limpiaparabrisas o con limosneros en todos los semáforos, con la delincuencia al tope, con actos violentos que hasta hace poco no podíamos ni imaginar que algún día sucederían aquí.

En fin… ¡Muchas felicidades querido Cancún!… Ojalá pronto te restablezcas porque no mereces vivir así.

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