La Pagina Qr Periodismo con función social
Rafael Martínez Cristo
Usted, amable lector, podrá darle la lectura que quiera al video de la Mañanera, en el que el presidente, Andrés Manuel López Obrador, se deshace en elogios al gobernador Carlos Joaquín González, justo cinco años después de llamarle «ladrón» o «ratero», y señalar que hoy tienen una «inmejorable relación».
Pero ¿Por qué tanto cariño?
Desde luego que lo dicho por AMLO levanta la especulación y el más agrio sospechosismo, sobre todo cuando tanta miel proviene de un político que no acostumbra a hablar bien de nadie y menos de un político que proviene de un partido diferente al suyo.
Un mil interpretaciones puede tener sin duda, pero lo que es cierto es que AMLO escurrió litros de miel para el gobernador de Quintana Roo (no es la primera vez) minutos antes de que la candidata de Morena, sí, del partido de López Obrador, al gobierno de Solidaridad, ofreciera una conferencia de prensa en el Senado de la República para denunciar al mismo gobernador premiado por el presidente, por fraude electoral y persecución política.
Por supuesto que esto tiene jiribilla y claro está que el Peje sabía de la conferencia y se adelantó a su correligionaria para lavar la cara del gobernador antes de la denuncia en su contra y tratar así de dar carpetazo a la elección de Solidaridad, sin importarle lo que tanto ha defendido: Esperar la decisión de la última instancia, es decir, del TEPJF. Al menos eso hizo en la elección de Estados Unidos, al negarse a felicitar a Joe Biden, cuando ya todos los presidentes lo habían hecho.
Insistimos: ¿De dónde tanta amabilidad, tanta lisonja?
Este paternalismo, de entrada, deja en claro que el Presidente de México no está debidamente informado, pues sin la menor intención erigirnos como juez o magistrado, ni dar por ciertas la sarta de irregularidades y atropellos denunciados por Beristain, lo que sí nos consta es que durante los últimos años se llevó a cabo una costosa campaña de desprestigio contra la presidenta de Solidaridad.
Y decimos que nos consta porque fueron varias las notas publicadas en facebook golpeando a Beristain en las que se aclaraba que esa información era pagada por comunicación social del gobierno de Quintana Roo, es decir, un constante y pertinaz golpeteo pagado con los impuestos de los quintanarroenses.
En fin, en estos andares del periodismo, cómo olvidar aquellos añejos consejos que decían: «Como periodista, siempre piensa mal…y acertarás».
Habría que revisar, por ejemplo, todo lo concerniente al Tren Maya, de donde pudieron surgir muchos favorcillos para el jefe del Ejecutivo Federal. O bien algún acuerdito por ahí cómo un buen trueque de los cuatro diputados por el municipio anhelado: Solidaridad.
«No robar, no mentir y no traicionar»
Ajá!!