REGRESO A CLASES: HABLAR ES FÁCIL, HACERLO ES LO DIFÍCIL// La Dianeta, Por Dianela Puerto

LA DIANETA

Por Dianela Puerto

Así como le gusta, muy orondo, muy mandón, el presidente Andrés Manuel López Obrador, levantó la voz y manoteando exclamó: “¡Llueva, truene o relampaguee, las escuelas serán reabiertas en agosto…Los niños no pueden seguir perdiendo clases!”, retumbó en Palacio Nacional durante su acostumbrada “Mañanera”.

“¡Órale…!”, sin duda pensó toda la nación ante tan decidido anuncio.

Sólo que al jefe del Ejecutivo le faltó algo indispensable, primordial para acompañar tan recia declaración, y es por ello que surge de manera espontánea y oportuna la irremediable pregunta: “¿Y la lana apá?”.

Decía mi abuela que “hablar es muy fácil, hacerlo es lo difícil”. Y al parecer, a López Obrador le faltó pensar más los alcances de sus declaraciones, pues resulta obvio que las escuelas públicas de todo el país necesitan trabajos de remozamiento, reacondicionarlas en su totalidad, además de dotarlas de suficiente jabón, agua limpia, gel desinfectante y hasta cubrebocas para poder reabrir conforme a la nueva normalidad.

Estamos hablando de casi un año y medio de permanecer cerradas, abandonadas y la reapertura costará al erario algunos millones de pesos que, al parecer, López Obrador no tenía contemplados y que hoy son materia de urgencia.

En el caso concreto de Quintana Roo, el lunes pasado sólo abrieron 41 planteles de educación pública. Y es que en la entidad vaya que “llovió, tronó y relampagueó”, como lo anunció el presidente. Incluso se reabrieron las escuelas, sí, pero como refugios anticiclónicos por el paso del huracán “Grace”.

Lo mismo ocurrió en estados como Yucatán, Veracuz… en donde los inmuebles educativos deberán recibir algo más que una manita de gato.

Lo cierto es que el presidente ya habló fuerte y claro, y ahora está obligado a cumplir su palabra y reacondicionar todas y cada una de las escuelas para que reciban a los alumnos con los protocolos sanitarios indispensables, a fin de salvaguardar la salud de niños y jóvenes.

Pero eso no es todo, no, el país ya no es el mismo y las órdenes del mandatario ya no son tan obedecidas como antes, y ahora López ha tenido que escuchar la negativa y las condiciones de maestros y de padres de familia.

El hecho es que hoy un elevadísimo porcentaje de las escuelas no está en las condiciones óptimas para recibir a sus alumnos, y el colmo es que algunas ni siquiera cuentan con gel desinfectante ni con lo más básico para garantizar el cuidado de maestros y estudiantes.

Que si es bueno o es malo que los menores regresen a las aulas… Bueno, eso lo abordaremos en otra entrega…

Gracias

 

Comentar

Su dirección de correo electrónico no será publicada.Los campos necesarios están marcados *

*