PROTESTA PERSONAL DE LA CASA HOGAR DEL DIF// Por horarios inhumanos

Chetumal.- Trabajadoras de la Casa Hogar “Ciudad de los Niños”, perteneciente al Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) del Gobierno del Estado, efectuaron una manifestación pacífica afuera de este recinto, para exigir una jornada laboral de ocho horas, pues aseguran que por años han estado fuera de la ley, y ahora se les pretende instalar un “horario inhumano” de 24 horas corridas.

Las quejosas, en su mayoría asistentes formativos, en cargo de la supervisión de los menores de esta Casa Hogar, comentaron que esto se suma a otras situaciones, como la ausencia de primas vacaciones, falta de insumos e insuficiente personal, aunque su principal preocupación es el horario. La inconformidad ya fue planteada ante sus superiores, pero fueron ignoradas, por lo que experan que con esta manifestación, intervenga la directora, María Elba Carranza Aguirre.

Magaly Alcocer, asistente formativo, afirmó que son varios años ya de atropellos y que ellas solo piden lo que se marca en la ley, pues las hacen trabajar otras cuatro horas adicionales por día, sin remuneración alguna.

“Alegan que no hay presupuesto, pero lo que único que queremos y exigimos es que dejen de violar nuestros derechos”, declaró.

Por su parte, Gabriela Méndez Mondrago, también asistente formativo, con 13 años en este puesto y 32 años de antigüedad en el DIF estatal, indicó que les anunciaron que por la “nueva normativa”, tendrán horarios de 24 horas por 48, lo que consideró es inhumano y que impactará de manera negativa en la atención a los menores.

Esta supuesta “nueva normativa” está completamente fuera de la Ley, alegó; pues ya de por sí trabajaban por encima de las 48 horas por semana, sin pago de horas extra.

En su caso, ella también es maestra y este cambio impide que pueda realizar ambas actividades.

La trabajadora reveló que el DIF estatal transgrede la normativa en el cuidado de los menores, al tener apenas a una asistente por siete u ocho menores, en lugar de por cada cuatro, que es lo indicado.

Toda esta situación genera estrés, y en su caso incluso llega llorando al trabajo, lo que termina siendo perjudicial para los niños.

Pese a ello, y a las carencias en insumos, “se saca el trabajo”, e incluso las asistentes están en proceso de certificación, comentó, rechazando que exista alguna situación de maltrato en el lugar.

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