Rafael Martínez Cristo
A Carlos Orvañanos poco le ha importando no contar con las preferencias de la ciudadanía y ni siquiera conocer la tierra que pretende gobernar, él está empecinado en obtener, como sea, la candidatura del PAN-PRD a la presidencia municipal de Benito Juárez. Pero todo tiene un límite y este jueves será citado por el partido azul para pedirle que ya le baje dos rayitas a sus impulsos y que mejor se haga a un lado.
Y es que en las encuestas, el ex vocero de Carlos Joaquín aparece en tercero de tres. Arriba de él se encuentran el aun diputado perredista, Jesús Pool Moo y su correligionario, Eloy Peniche, siendo que el primero será quien seguramente abanderará la alianza entre azules y amarillos.
El ex residente de Puerto Cancún y ahora de la Villa Pescadores (por cierto, supuesta propiedad del zar de la gasolina, Ricardo Vega Serrador, cuyas cuentas fueron congeladas por la Unidad de Inteligencia Financiera), a la entrada de la zona hotelera, ofreció una conferencia de prensa apenas este miércoles para insistir en su intención de contender por la alcaldía.
Orvañanos aprovechó el viaje de su jefe, Carlos Joaquín González a la Ciudad de México (donde se reunió con su ex super detractora y hoy “amiwi”, la senadora Marybel Villegas), para saltar del barco y reiterar sus ambiciones políticas, lo cual, se dice, no fue muy bien visto por quien, a pesar de ello, tuvo que emitir un boletín para desearle “la mayor suerte en sus proyectos”.
Lo cierto es que por más que el ex delegado o ex alcalde de Cuajimalpa, allá en la capital del país, se placeó como vocero, asistiendo a todas las conferencias de todos los funcionarios del Gobierno del Estado para tratar de hacerse presente ante la opinión pública, el ex funcionario no conoce Cancún y mucho menos Cancún lo conoce a él.
Este pudiera contarse como el segundo descalabro de Orvañanos en su corta estancia en Cancún, pues hace apenas dos años perdió la diputación local y ahora, más sobrado, rechazó la candidatura a San Lázaro para aventarse por la alcaldía de Benito Juárez.
El buen Orvañanos debe entender de una vez que los capitalinos o chilangos no vienen a conquistar estas tierras y, por el contrario, en la mayoría de las veces tienen que llegar a picar piedra como en todos lados.
Y sobre todo, que entienda que, como lo dice su compinche, José Manuel Leyva, “hasta para ser limosnero, hay que parecerlo”.
Suerte en los próximos proyectos.
¿Quién es el desconocido Orvañanos?
Apenas en octubre pasado, el portal Quadratín publicó que ese sujeto de apellido Leyva pretendió coartar la libertad de expresión en su página y exigir que una nota fuera borrada porque, según él, perjudicaba al gobernador. (Jajaja)…Este individuo Leyva le causó más problemas que beneficios a Carlos Joaquín y al mismo Orvañanos, por su muy escaso criterio, visión y suma prepotencia.
Según Quadratín, Carlos Orvañanos, fue director del Instituto para el Desarrollo y Financiamiento del Estado de Quintana Roo donde obtuvo millonarios presupuestos que no se ve hayan beneficiado a la población.
Fue también parte del equipo de transición de Carlos Joaquín como enlace de proyectos especiales para el desarrollo económico, y después, como funcionario estatal, ha manejado 68 millones de pesos de forma errática y turbia.
En junio, fue nombrado vocero del Gobernador de Quintana Roo. En 2016 fue candidato a diputado local por el distrito 7 en Cancún, pero perdió y ahora busca ser candidato del PAN a la presidencia municipal de Benito Juárez. Promueve más su imagen que la del Gobernador con presupuesto público a través de diferentes transmisiones y conferencias de prensa virtuales.
Carlos Orvañanos también fue jefe de gobierno en la delegación de Cuajimalpa, donde solicitó licencia al cargo a Marcelo Ebrard. Fue secretario particular y de toda la confianza del ex presidente Felipe Calderón y renunció al cargo en Cuajimalpa, porque quería ser gobernador de la Ciudad de México por el PAN, pero su deseo de frustró de nuevo. Cuentan, quienes lo conocen, que en la oficina de Ernesto Cordero recibía portazos cuando trataba de acercarse al equipo del aspirante presidencial y, en una ocasión, Javier Lozano lo calificó de traicionero, en su cuenta de Twitter.
En junio de 2010, diputados del PRD en la asamblea legislativa del entonces Distrito Federal, entre ellos Aleida Alavez lo denunciaron penalmente junto con otros ex funcionarios y funcionarios de la delegación Cuajimalpa ante la Fiscalía de Servidores Públicos, por su posible participación en actos de corrupción y extorsión en esa demarcación. Se precisó que la denuncia de hechos se hizo contra Carlos Orvañanos, jefe delegacional de Cuajimalpa, y se presentaron cargos por extorsión cohecho y enriquecimiento ilícito, uso ilegal de atribuciones y facultades, tráfico de influencias y lo que resultara, por su participación en el caso del bar Bada Bing.
Ese hecho fue dado a conocer a través de videos proporcionados por el presidente de la Asociación Nacional de la Industria de Discotecas, Bares y Centros de Espectáculos.
Así las cosas, un miembro de su equipo (Leyva) y a nombre del gobernador Carlos Joaquín, intentó amedrentar al empresario Fernando Flores, por una nota en la que Quadratin Quintana Roo da voz a ciudadanos de José María Morelos, que están preocupados por la integridad de dos jóvenes estudiantes, que se llevó la Policía de Quintana Roo, en un acto en el que si rescataron a dos funcionarios, utilizaron la fuerza al golpear a mujeres, incluso embarazadas, y entraron, presuntamente sin orden judicial, a un domicilio de la comunidad maya, que solo exige un camino pavimentado que les prometió el Gobernador y la edil de José María Morelos y que no se ha construido.