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Por Kisky Hiyozo
La reciente visita al estado de los tres dirigentes nacionales de los partidos políticos con mayor presencia en el país si acaso sirvieron para sacudir el avispero, mas no para encender el caldero político en la entidad.
Pareciera que Marko Cortés del PAN, Alejandro Moreno Cárdenas del PRI y Mario Delgado de Morena se pusieran de acuerdo para venir casi al mismo tiempo y –como se dice en el barrio- “medirle el agua a los camotes” y para empezar a jalar agua a su molino.
El panista Marko Cortés llegó a Chetumal para sostener reuniones con dirigentes de su partido y empezar a hilvanar lo que será la estrategia azul para 2022, en busca de mantener la gubernatura, en un reto que se antoja harto difícil.
Por el PRI, “Alito” tuvo reuniones con el Comité de la Internacional Socialista (IS) para América Latina y el Caribe, en una actitud que se ve más como pretexto para ganar reflectores, para que su visita no pasara desapercibida y realizar acercamientos que lo pongan al tanto del pulso político en la entidad.
Quien estuvo más movido fue el morenista Mario Delgado, a quien lo mismo se le vio con Luis Alegre (y su papá), que con Mara Lezama y por supuesto con Marybel Villegas, quien rindió su Tercer Informe como senadora (otro pretexto para jalar reflectores).
La visita de los tres pasó casi desapercibida y para nada significó el banderazo de salida del proceso electoral que inicia en enero.
Pronto los tendremos de vuelta y esperamos que le echen más ganitas.