EMPLEO, MIGRACIÓN Y PLANEACIÓN URBANA
Rafael Martínez Cristo
Este miércoles 16 de octubre inició la Feria Nacional de Empleo 2024, en la que la gobernadora Mara Lezama reveló que se ofertarán más de 3 mil vacantes, lo que representa una inmejorable oportunidad para aquellos que se encuentran desempleados o bien para aquellos que pretenden mejorar su situación laboral y su calidad de vida. Sin embargo, este tipo de programas deben ir acompañados de una exhaustiva planeación y cambios impostergables.
RESTAURANTES TIENEN VACANTES EN CANCÚN// Increíble en un estado de desempleo
Me explico: Quintana Roo, en especial sus destinos turísticos, han sido durante años un imán que atrae a miles y miles de familias del interior del país que no encuentran las oportunidades en sus lugares de origen y que buscan un empleo para así elevar su calidad de vida, lo que ha provocado una crecimiento poblacional que ha trastocado la capacidad de respuesta de los gobiernos para garantizar el óptimo equilibrio de este fenómeno migratorio con la dotación de servicios como agua, luz, drenaje, seguridad, y movilidad, entre otros.
Habría que citar como ejemplo a Cancún, ciudad integralmente planeada, que en sus inicios fue proyectada para ser poblada por 250 mil habitantes. Hoy esta metrópoli reporta al menos un millón y medio de personas o más…
Repetimos: La puesta en marcha de una ambiciosa feria de empleo en Cancún representa una magnífica oportunidad para miles de mexicanos que hoy requieren de un trabajo para el sustento propio y de su familia. Eso es irrefutable.
Pero a la vez, los gobiernos deben planear esto que sería un nuevo “boom” para atraer más gente a la entidad.
Y es que tan sólo en rubros como la movilidad, ciudades como Cancún y, en menor grado, Playa del Carmen, empiezan a encender focos rojos que no han sido debidamente atendidos.
En horas pico, como a las 8-9 de la mañana, 2-3 de la tarde y 6-7 pm, la carga vehicular de Cancún rebasa ya la capacidad de infraestructura vial que tiene esta ciudad, generando así congestionamientos y desquiciantes caos. En ello, las autoridades ya no pueden taparse los ojos ni voltear para otro lado.
No sólo las calles de esta metrópoli se ven rebasadas, sino que también el transporte urbano es insuficiente. Es penoso y denigrante observar cómo circulan las VAN por diversas calles de Cancún: Repletas de personas, como latas de sardinas, en un trato inhumano que no ha querido ver la autoridad.
Entonces: claro que este tipo de ferias de empleo son bienvenidas, y más si el sector hotelero registra un déficit de personal estimado en 20 por ciento; pero a la par debe existir una planeación urbana, quizá hasta una reingeniería de esta ciudad que, en 54 años, multiplicó la cantidad de habitantes para la que fue creada.
Por ejemplo, urbanistas señalan que el Puente sobre la laguna Nichupté es una excelente obra, que ayudará a menguar los trastornos vehiculares que se registran en el bulevar Kukulcán y permitirá elevar la cantidad de vehículos hacia la zona hotelera, en beneficio de los trabajadores, turistas y bañistas. Pero se preguntan: “¿Dónde van a estacionar tantos autos?” No hay un plan al respecto y esto provocará un problema más para Cancún.
También precisan que esta ciudad luce -en muchos puntos- grandes y hermosos camellones, muchos de ellos incluso más anchos que las calles. “Pero la cantidad de vehículos ya no le permite a Cancún darse ese tipo de lujos y, más bien, es tiempo de ensanchar las arterias para combatir los sempiternos congestionamientos viales”, remarcan.
En fin, son muchos los ejemplos que citan para empezar a crear el Cancún del futuro, con calidad de vida y prosperidad para su población, y sobre todo para equilibrar el crecimiento con la dotación de servicios.