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Un punto de acuerdo para suspender las obras del tren maya de manera definitiva, emitió la diputada presidenta de la Comisión de Justicia del Congreso de Quintana Roo, Kira Iris, y aseguró que en la entidad existen al menos medio centenar de agrupaciones, cámaras empresariales y hoteles que se han manifestado en contra del proyecto emblemático del gobierno federal.
“El Tren Maya pudo ser un importante proyecto para el sureste del país, pero su planeación indebida, sin estudios ambientales, hace que sea inviable y muy perjudicial para la entidad”, expresó.
A unas horas del arribo del presidente Andrés Manuel López Obrador al estado para supervisar el avance de las obras del Tren Maya, la legisladora panista solicitó al Congreso exhortar al Poder Ejecutivo Federal que considere la suspensión total de las obras en territorio quintanarroense.
Además demandó a las instancias involucradas a resarcir los daños ambientales que ha generado la obra ferroviaria como la devastación de selva.
“En Quintana Roo no estamos en contra del desarrollo y el progreso, pero no debemos permitir que continúe un proyecto fallido, sin planeación, sin estudios, con una mala ejecución, como ocurrió también con el trazo original por el centro de Playa del Carmen”, dijo.
Lo cierto es, abundó, que el Tren Maya es una obra destructora, que devasta las riquezas naturales del estado, sus recursos y el patrimonio.
Lamentó que el Gobierno Federal haya dado marcha atrás, que se hayan percatado que la ruta por Playa del Carmen no era la correcta, tras invertir más de 500 millones de pesos, y ahora, agregó, modifican la ruta sin planeación ni estudios de impacto ambiental.
La diputada alzó la voz en la máxima Tribuna del Congreso del estado, para externar que el Tren Maya, solamente ha demostrado ser un proyecto improvisado, al hacer diferentes cambios en el trazo y peor aun causando daños ambientales como la tala de más de 20 mil árboles; la devastación de la selva; mangles; destrucción del Arrecife Mesoamericano; la Reserva de la Biosfera del Caribe Mexicano y de la vida silvestre, cultural e histórica.
Destacó que no solo son daños ambientales, sino también la división urbana y social de Playa del Carmen; gastos innecesarios que se han hecho por más de 500 millones de pesos, que no han servido de nada por los diferentes cambios a la ruta o trazo: incremento exponencial del costo total de la construcción; gastos indirectos como la modificación de las líneas de alta tensión de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la compra de tierras por necesidad de espacio para el derecho de vía, entre otras.
Enlistó también las afectaciones a los trabajadores del sector turístico e incluso a los visitantes, que pueden tardar de Cancún a Playa del Carmen y viceversa más de tres horas.
“Hoy hablo como ciudadana, como representante social y atendiendo a las manifestaciones de diversas organizaciones civiles, de comunidades ejidales e indígenas, así como de muchos profesionales, expertos y especialistas en la materia, como porta voz de muchos quintanarroenses, ante esta Tribuna”, expresó Kira Iris.
Reiteró que es una obra en donde no se ha escuchado a los expertos y a los ciudadanos, citando como ejemplo a Roberto Rojo, miembro del Círculo Espeleológico de Mayab, quien afirmó que el pilotaje del Tren Maya que correrá de Norte a Sur, por encima de esta red de ríos subterráneos y cenotes, cuyas aguas fluyen de Oeste a Este afectará y pondrá en riesgo de colapsar el sistema de captación de las aguas de la zona.
“Parar con esto no significa que estamos en contra del Tren Maya, pero si estamos en contra de la improvisación, estamos en contra de la falta de planeación, estamos en contra de que devasten nuestra selva y que hagan algo que solo traerá más daño que beneficios”, concluyó.