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Con el mayor sufrimiento que una madre puede tener, la mujer se acercó al ataúd para despedirse de su hijo, ultimado a manos de delincuentes, y al abrirlo sollozando, la señora quedó atónita al ver que no era el cuerpo de José N, su hijo.
El desconcierto, la sorpresa contagió a todos los presentes, quienes atestiguaron que, en efecto, le habían entregado los restos de una persona que no es su familiar, sino un desconocido.
De manera preliminar se afirmó que estos hechos dados a conocer en redes sociales, ya fueron notificados a las autoridades y que de ello debe tener conocimiento la Fiscalía, misma que debe investigar lo ocurrido, y resarcir el error.
José N. fue asaltado hace tres días en la región 228, y al negarse y forcejear con dos delincuentes, fue apuñalado en el estómago, lo que la causó la muerte.