LAS DIANETAS
“OIGA, EL BULEVAR COLOSIO”
Por Dianela Puerto
Fueron dos años. Dos años en los que en los que hubo que gestionar, insistir, machacar, taladrar al gobierno federal y al mismo presidente Andrés Manuel López Obrador para que al fin se haga el formal anuncio de la rehabilitación y modernización del bulevar Colosio, ni más ni menos que la puerta a la ciudad de Cancún.
Así fue. Cada vez que vino el mandatario, Mara Lezama estuvo ahí, a su lado. Lo recibió una y otra vez en el aeropuerto de Cancún y lo acompañó a donde fuera su gira, a cualquier municipio. De hecho en muchas ocasiones en el estrado de los eventos encabezados por el Presidente.
Y la constante fue la misma: “Oiga, el bulevar Colosio. Oiga, el bulevar Colosio. Oiga, el bulevar Colosio…” Cual “cuchillito de palo”, dicen por ahí. Y siempre fue escuchada, atendida con una amable sonrisa.
Pero al igual como lo hizo con el Presidente, Mara Lezama tocó puertas, lo mismo en Fonatur que en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, allá en la Ciudad de México… “Oiga, el bulevar Colosio”, machacó.
Esa ha sido la capacidad de gestión de la presidenta municipal y hoy virtual candidata de Morena al gobierno del Estado: Ver cristalizado tanto trabajo, tanta insistencia. Logró que el Presidente de la República incluyera ya en su agenda, en su presupuesto, la magna obra, incluso en nivel de prioritaria.
Mara Lezama recogió este justo reclamo de la sociedad cancunense, esta demanda de los miles de empresarios, de trabajadores que diario recorren esta vía de entrada a la ciudad. Muchos han sido los que han dejado la utilidad, la seguridad, la suspensión de su vehículo, en una avenida en estado deplorable.
Fueron muchos años. Presidentes entraron y salieron, lo mismo gobernadores y alcaldes, y lo único que hicieron fue taparse los ojos y malparchar, malbachear esta importante avenida, hasta dejarla en circunstancias lejanas, muy lejanas de aquella anhelada “ciudad de primera” que merece el principal destino turístico del país.
Para nadie es noticia la cercanía, las más amplias consideraciones y la estima que le guarda López Obrador a Mara Lezama y a Cancún, una ciudad que le ha mantenido lealtad al lopezobradorismo.
Pero los Reyes Magos, aunque atrasados, trajeron más regalos para Cancún:
En su visita, López Obrador hizo el formal anuncio de construir el puente sobre la laguna Nichupté, una magna obra más costosa y tan importante como el bulevar Colosio, lo que generará un tráfico más fluido en la zona hotelera.
Y de pilón, el pasado lunes, la presidenta municipal constató los avances de obras hechas con apoyo de la Federación, como un parque deportivo en la región 227; un centro de desarrollo comunitario y un parque en la 101; un mercado, gimnasio y parque deportivo en la 259, y con especial mención, el complejo deportivo en la supermanzana 21, que contempla el estadio Beto Ávila (Casa de los Tigres) y cuatro canchas deportivas.
Cancún (y Tulum) está en las más altas consideraciones de un presidente al que se le ha sabido hablar y convencer hasta cristalizar proyectos y obras que, al fin, le darán realce a esta ciudad, en la que afortunadamente me tocó nacer.
“Es momento de regresar a Cancún, lo mucho que le ha dado a México”, dijo López Obrador.
Las gestiones de Mara Lezama están hechas, atendidas y deben continuar… por el bien de Quintana Roo.